martes, 7 de agosto de 2007

12 de Marzo del 2007 - Volver

Teniendo en cuenta mi memoria pez, gracias a antiguas fotografías me es posible volver la vista atrás de vez en cuando y esbozar una sonrisa a medida que empiezo a encadenar esa imagen con otra que me viene a la memoria, seguida de una anécdota que ocurrió por aquella época, pasando de instantáneas a secuencias, luego movimientos, viejas expresiones y voces que caracterizaban a cada uno de los que me rodeaba en aquel entonces. Evidentemente, comparando estas escenas con las que se pudieran dar hoy, encuentra uno claras diferencias en aquellos con los que ha crecido ó ha visto crecer y no tanto en los que por aquel entonces ya eran mayores a tí. Tus abuelos, tíos, padres, mantienen de alguna forma el molde original con el que los conociste y sólo se ven aderezados con alguna arruguilla y cana más, mientras que son los entonces churumbeles los que representan ahora a los máximos exponentes de la metamorfosis sufrida hasta hoy.

Y cambiar está bien, no digo que no, pero si puede ser a mejor, pues ¡gracias don reloj! El tiempo no tiene principio ni fin, no está en nuestra mano pararnos en un instante, ni siquiera volver a él, pero sí nos dieron un valioso crédito de segundos, días, meses y años para aprovecharlos. La manera de hacerlo es libre según cada cual y pocos acudirían a esta llamada si propusiera invertir hoy momentos en una batalla de globos de agua en el Barrio Obrero, un concurso de disfraces en el colegio, unas ahogadillas en el dique, unos videos caseros improvisados ó una escapada a la Peña de comilona, porque sencillamente pensamos que eso es algo que ya pasó y no se volverá a repetir... Sin embargo, sé que todos recordamos las sensaciones que acompañaron a esos juegos, a esos ratos compartidos y a esas carcajadas solapadas y, por tanto, tengo la firme convicción de que es posible reproducirlas, quizás en otro contexto, pero sí hoy, porque las añoramos, como llave hacia una mágica vuelta a la infancia, a una hoja en blanco, al jugar por jugar, a las cosas sencillas, a nosotros.

Y sigo preguntándome:...con lo fácil que es conseguirlo, ¿por qué se elige lo difícil para desaprovecharlo?

Las cosas son mucho más sencillas de lo que te hacen creer y tienen la justa importancia que cada cual quiera dar al contenido con el que dibuja sus minutos.

Si eres dueño de tu pincel, prefiero segundos vacíos junto a tí, que horas rellenas por otros diciéndome quién debes ser.

9 comentarios:

  1. 12/03/07

    Afortunadamente cada vez tenemos menos miedo a cambiar. Nuestros padres se aferraron a su primer trabajo porque perderlo significaban vacas flacas. Gracias a ellos ahora podemos vivir más libremente, disfrutando de los cambios, del tiempo.

    Mucha gente habla siempre de volver a la infancia, pero yo creo que no lo haría. Me conozco mucho más y disfruto más de las cosas ahora. Y además... quien ha dicho que no me voy a apuntar a una guerra de globos de agua? o hacer ahogadillas? O a un concurso de Tiramisú a la vainilla? O una guerra de Paintball? O cruzar dos mil kilómetros para un beso? Amos anda!!! Eso de peque no podíamos hacerlo!!!

    Le veo muy nostálgico don Ponce. Si vienen nuevos aires ábrales la puerta. Si quiere, claro.

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  2. 13/03/07

    Meeeelaaaaancolíaaaaa... Totalmente de acuerdo con Ud, Maligno. No quise dar la impresión de querer volver a la infancia, sino más bien la de volver a dejarse llevar como cuando éramos niños. Por lo tanto, también me apunto a las locuras que citas y a más, ¿por qué no?
    Lo que lamentaba de alguna forma es que en muchos casos la gente prefiere ponerse trabas, caretas y limitaciones para acabar basando sus vidas en historias prefabricadas por la sociedad en vez de aprovechar el tiempo y lo que les rodea para sentir la realidad, libremente, sin complejos. También comparto la opinión de que hoy en día, para nosotros, es mucho más fácil que para nuestros padres elegir cambiar y, por lo tanto, tiene más delito cuando ni siquiera lo intentas.

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  3. 13/03/07

    estoy deacuerdo con todas las cursiladas estas de universitarios que dices, pero pon otra foto por dios, que en esta se nota mucho que soy de pueblo, y las orejas??esto no se hace, recordar el tiempo pasado, o la inocencia de otra epoca bañada por la despreocupacion de la edad es muy bonito, pero con fotos asi se vuelve cruel tio, que me pones una boina y parezco salido de una peli de martinez soria, so ca... pi....

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  4. 13/03/07 14:16 …

    Es cierto que volver a las locuras de la infancia es sano y que aprovechar el tiempo es genial pero mucha gente anhela cosas y cosas , hacer esto , lo otro, ir aqui, alla, y me parece bien, solo que en ocasiones vale mas la pena empezar por lo que nos rodea, desaprovechamos cosas que dejamos porque creemos q es la epoca de buscar y buscar,hasta que te das cuenta de que quiza debias haber aprovechado aquello q creias soso solo por tenerlo al alcance de la mano.Que tontos somos a veces...

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  5. 13/03/07

    Tío moro, no hagas distraer la atención sobre las orejas para disimular la bocha ceporro que tienes macho!! Fíjate en la abuela cómo te agarra del pescuezo para hacer contrapeso y que no te caigas de boca!! Por cierto, no has cambiado tanto y viva Paco Martínez Soria!
    Toni, a veces también tengo la sensación de desaprovechar lo cercano, lo que está al alcance de la mano, lo seguro, para arriesgar a conocer algo más, pero prefiero esto último a ponerme orejeras y no mirar más allá de lo que me marque la vista ó la zanahoria que me pongan de cebo.

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  6. 13/03/07

    Tio Moro for president!!! Lo del contrapeso de la abuela ha sido muy grande!!! jajajaja

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  7. 15/03/07

    El fallo es que crees que lo cercano es seguro, por eso te gusta buscar más allá, te da mas satisfaccion, te hace pensar q eres independiente,pero lo q no sabemos es q por desaprovecharlo puede dejar de ser seguro y podia ser bueno, muy bueno, un abrazo amigo japogo

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  8. 16/03/07

    Me encanta la foto y ojalá se pudieran volver a repetir esos tiempos en los que no existían perocupaciones y en las que no te fijabas si ibas como paco martinez soria, simplemente te preocupabas de ser feliz y disfrutar lo maximo posible sin pensar en las consecuencias que podian tener tus actos... Un bofeton por bajar al paseo en pijama, una bronca por no dejar dormir a la colchona y un largo etc que te hacen recordar momentos felices y como ya he dicho sin preocupaciones.
    Yo tambien pienso que nadie debe decirte lo que hacer o lo que no y que si te equivocas en tu decision, no debemos llamarlo equivocacion sino experiencia, que para eso esta la vida.
    Mil besos japoguin y otros mil pal tito moro

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  9. 16/03/07

    Tio Moro es un crack, con o sin boina.
    Edu, es cierto que la seguridad a veces te hace descuidar aspectos muy importantes. De todas formas, espero que a pesar de pecar de eso en ocasiones, lo cercano y seguro en mi caso lo sea por mucho tiempo. Un abrazo tb para ti.
    Melocotón, has conseguido volver a proyectar flashes de aquellos tiempos sobre mi retina y que sonría. Estoy de acuerdo, de las equivocaciones se aprende mucho y es lo que te da experiencia. Igualmente es muy importante reconocer que te has equivocado. Un beso, Molesta-Colchona, hasta pronto.

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