Un rally solidario a Mongolia

El sábado pasado, día 19 de julio, dio salida desde el Santiago Bernabeu la 5ª edición del Mongol Rally, una carrera muy particular por dos características principales: se trata de un rally solidario y la condición para participar es que el vehículo utilizado no supere los 1000 cc de cilindrada.

Los beneficios aportados por los propios equipos participantes, así como por sus patrocinadores y todo aquel que quiere poner su granito de arena, se destinan a proyectos benéficos en Asia y España, siendo la cantidad que se estima recaudar este año de unos 400.000 €.

Aparte de los donativos directos a las distintas ONGs, también se subastan los coches que llegan a la meta en Ulan Bator, tras ser reparados, destinándose el dinero a un orfanato de la zona. Claro está que no se subastan todos los coches, porque no todos llegan a su destino. De los 250 que participaron el año pasado, sólo llegaron 160, y parte de la culpa fue sin duda de los aproximadamente 14.000 kms que hay recorrer atravesando un sinfín de países (la ruta elegida es libre y bajo propia responsabilidad del equipo) con vehículos tan "sencillitos" como los que veréis a continuación.

A los carros que pasaban de los 1.000 cc se les penalizaba con una multa proporcional.

Este equipo completa el reto añadiendo un ultraligero.

Desde Madrid salieron unos 50 equipos, todos con sus bugas bien decorados (en ocasiones a conjunto con los ocupantes) y motivados para emprender esta aventura consistente en recorrer un tercio de la vuelta al mundo en las condiciones que os podéis imaginar.

Debo confesar que entre los equipos participantes tengo a uno favorito llamado Órdago a Chica, compuesto por Kike, Andoni y Adela, siendo esta última una amiga de la época Erasmus, a quien el adjetivo de emprendedora le va como al pelo. El coche que se han currado durante los últimos meses (como habéis podido seguir en el link a vuestra derecha) es un Seat 127, bautizado acertadamente con el nombre de Pitufo.

Posiblemente recorrerán una ruta atravesando España, Francia, Alemania, República Checa, Rumanía, Bulgaria, Turquía, Georgia, Azerbayán, Turkmenistán, Uzbekistán, Kazakhstán, Rusia y Mongolia. Casi nada. Pero tranquilos, están sobradamente preparados.

Últimos ajustes en los extras.



La carga estudiada y optimizada al detalle.

Sólo queda desearle a este equipo mucha suerte, un buen viaje y, sobre todo, que lo vivan al máximo, dado que pocas veces se lanza uno a retos de este calibre. Ese pituuufooo!!

PD: Podéis seguir de una manera muy sencilla y representativa la evolución del viaje de cada equipo, entrando en la página de Navento, donde podréis ver la posición de cada uno en pseudo tiempo real, gracias a un localizador que se facilitó a los participantes. Simplemente tenéis que teclear "Mongolrally08" como Usuario y "Mongol08" como Password. Resulta muy curioso ver cómo se distribuyen y anvanzan los distintos "autos locos" por el mapa.

Órdago a Chica está a día de hoy muy bien situado!! Ánimo pitufo!!

Por último, si queréis colaborar con esta causa humanitaria, podéis hacerlo aquí.

Cuando fuimos campeones

Como no sabemos cuándo volveremos a vivir un partido como el del pasado 29 de junio, en el que por fin, tras 44 años, logramos conquistar uno de los títulos futbolísticos de mayor renombre mundial, tendré que dejar constancia de aquello en este blog... no vaya a ser que se lo tenga que contar a mis nietos (o sobrinos) y no me llegue la memoria.

El papel de la selección española en esta Eurocopa ha sido sin duda sobresaliente, venciendo a ese fantasma que otras tantas veces le ha había hecho perder los nervios a pesar de ser superior equipo al contrario: la escasa autoconfianza y la inseguridad en los momentos claves dieron paso a la mentalidad opuesta, la del campeón.

Pero qué os voy a contar a estas alturas que ya no hayáis leído, oído o visto en mil medios de comunicación. Sólo queda resumir cómo vivimos ese día con los amigos en Madrid. Y qué mejor manera que con fotos y vídeos.

El plan había sido convenientemente trenzado y elegimos un bar recomendado por mi tocayo para ver el partido, donde por suerte fuimos convenientemente servidos e incluso maquillados para la ocasión. En el ambiente se respiraba tensión, parte de la cual fue liberada con el gran momento de ese famoso himno de cuya letra no quiero acordarme...

Algún momento de confusión (y odio en los ojos de los clientes del bar) posterior provocado por algunos que señalaban con el dedo a otro (cualquiera) vociferando que iba (por no sé qué motivo) con el equipo alemán (por no sé qué de su pasado salchichero), dio pronto paso al verdadero espectáculo: el partido, "rematado" magistralmente en el momento del gol de Torres.

Tras el partido, no nos quedó otra que lanzarnos a la calle para vivir el ambiente. Debo decir que Madrid fue un auténtico hervidero.

De vez en cuando nos cruzábamos con tropillas de germanos y aprovechábamos para recordarles algunas de sus más sonadas canciones como: Der Anton aus Tirol o Alles hat ein Ende nur die Wurst hat zwei. Hay que decir que los pocos que nos cruzamos se lo tomaron con humor. Chapeau!

Bien entrada la noche aún quedaba mucha gente por la calle, a pesar de que la mayoría tendría que levantarse pronto para trabajar al día siguiente... mira que es difícil convencernos, pero nostros también nos dejamos llevar.

Hulk también se arregló para la ocasión.

Acabamos de risas y con un buen punto gracias a las copillas y la ocurrencia de celebrar el éxito fumándonos un Montecristo (a precio de conde, por cierto). El día después mejor no lo cuento, pero a pesar del gustillo a humo, las ojeras, la sequedad en la boca y el dolor de cabeza, pasamos un lunes con una inusual sonrisa marcada en la cara.

Por esta vez los planes sí salieron bien. A ver si sigue la racha y para el Mundial repetimos!