¡Acabemos con los estereotipos, con las reglas prestablecidas, con lo políticamente correcto! ¿Cómo que hay una edad límite para jugar? Todos llevamos un niño en nuestro interior. ¿Y que las muñecas son sólo para niñas? Por favor, ¡dónde vamos a dejar nuestro lado femenino! No, no y no. Cuando se recibe un regalo de este calibre, importado además desde el mismísimo Japón, no puede uno sino alegrarse, aceptarlo, montarlo a partir de sus pequeñas y redondeadas piececitas y ponerse a jugar, porque el juego ya sabemos que incentiva la creatividad, potencia el trabajo en equipo y ayuda como válvula de escape al estrés diario.
Bueno vale, quizás aquí, más hacia occidente, para el mercado infantil no esté muy bien vista la indumentaria de estas figuras manga, anime o hentai (no entendí muy bien las instrucciones que venían en el huevo de plástico que las contenía), pero hay que abrirse a otras culturas, ¡por favor! No me digáis que no son monas...
Y claro, las actividades lúdicas motivan la fantasía y, casi sin darse cuenta, acaba uno montando escenitas como hacía de peque con los lego, los He-Man o los soldaditos de plástico (... más o menos).
Y pensar que nos conformábamos con coleccionar los Happy Hippos de los huevos Kinder... ¡Cuánto ha avanzado la humanidad desde entonces!
Un regalo de peras, melones y sandías! Viva la fruta cultural!
ResponderEliminarMe parece haber visto a la hermana nipona de Ricky Martin? veo mermelada y...
Yo también me he acordado de Rocky Martin XD
ResponderEliminarEhhh esto... bonitas frutas...
ResponderEliminarBesicos
Ignacio, qué buena cosecha que hicieron los "agricultores". Lo de la hermana sí, pero es más de gato, ya ves tú.
ResponderEliminarMadame, eso hace que me pregunte cuán selectiva y caprichosa es la memoria humana. Nos acordamos siempre de los hechos históricos como este! Viva la nocilla!
Belén, ya sabemos lo importante que es guardar una dieta equilibrada. Uno al día.. como mínimo!
Tremendoooooooooooo
ResponderEliminarYa me imagino de dónde han salido las susodichas muñequitas... Menos mal que no lo he leido en el trabajo porque he pegado un risotón que se ha oido a tres manzanas!
A tres peras, sirventes, peras... que quedan mucho mejor. Jojojojooo.
ResponderEliminaral parecer los muñecos de plastico acompañarán a nuestra generación para siempre...
ResponderEliminarYa te digo, Pablo. Yo recuerdo sobre todo los muñecos de goma de los pitufos y de otros personajes de dibujos. Claro que estas son un poco más sueltecitas, comparando.
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