Hay rituales que conllevan un paréntesis en el tiempo. La misma preparación de una infusión predispone a uno a tomarse las cosas con calma. Los minutos previos al borboteo del agua, la bolsita a elegir, el olor a hierbas, el verter el cazo o la tetera sobre la taza favorita... toda la maniobra se realiza a menudo con exagerada precisión y cuidado, como si de ello fuese a depender el sabor del que siempre se piensa será el mejor té que has logrado.
Y está bien tomarse cosas tan sencillas con tanta delicadeza, dándoles la importancia que no tienen, para hacer propicio el ambiente que buscas y te aisla. Al calor de la porcelana, con el vaho de especias en la nariz, el poso de azúcar a mitad de disolver y el líquido recorriéndote la garganta, aunque sea por un momento, logras apagar el interruptor y reflexionas, casi sin querer, invadiéndote una mezcla de paz y paciencia que conforman un cultivo óptimo para concluir, para decidir.
Porque a pesar de tanta tecnología, fuentes de información y normas de actuación, basta con un par de tazas de té para encontrar las respuestas. Esas que sólo están en ti.
Más razón que un santo. Hay que pararse, relajarse, darnos tiempo para pensar, para decidir. Nada mejor que un té o un café. Nada mejor que el aroma para desconectar del mundo y volver con las mente menos aturullada.
ResponderEliminar¿Por qué será que somos muchos los que nos sentimos así?
Dos de azucar, por favor.
Pues yo no sé por qué, pero me pasa lo mismo con tus post. Siempre que leo uno tengo mi momento de reflexión. Para la próxima tendré que acompañarlo con mate o té. Aunque mi percepción del momento supongo que será diferente ya que perdí gran parte de mi olfato y gusto. Ahora que lo pienso... voy a ver qué es lo que puedo percibir de ese momento.
ResponderEliminarIgnacio, debe ser que ya no nos tomamos tiempo ni para disfrutar de un café, teniendo la cabeza en mil sitios a la vez, pero no en el que estás sentado. Lo bueno es que si somos conscientes de ello, siempre podremos mejorarlo.
ResponderEliminarLorea, reconforta un momento de cálidos aromas, pero también un comentario como el tuyo. Gracias por compartir esas sensaciones. Seguro que la percepción es enriquecedora tb, a través de los demás sentidos que se agudizan. Enjoy!
y tambien depende de las hierbas que escogas, a mi me han traido unas ahora que te cagas, pa infusion, pipa,tartas...etc. aunque las hierbas que tu eliges deben de ser muy buenas tambien por como dices que sientan,pimache cuidate molto.
ResponderEliminary tan cierto... el café y el té se han convertido en meras armas anti-sueño, y ya pocas veces le damos esa importancia al momento de tomarlos (todos contra Sturbucks!!) No recuerdo cuando fue la última vez q estuve a sólas con una taza! siempre tele, gente o lo q sea de fondo. Si es q no pué ser!!
ResponderEliminartito, cómo se nota que echas de menos hierbas y sobre todo hojas...de tabaco!
ResponderEliminarvane, si no fuera por el coffee más de una vez tendría el teclado marcado en mi frente. Ahh, y esa taza a solas que sea después de una conmigo!
Síiiiiiiiiii!!!! Me encanta el momento relax reflexivo del té!!!! He descubierto el sabor del té. Bueno, en realidad he descubierto que puedo saborear el té como antes, aunque para mí es como si lo descubriera por primera vez. Y me ha encantado el momento té!!!!!(No como el momento Coca-Cola, esa mejor no recordarla) De ahora en adelante, caeran más tazas en mis manos...
ResponderEliminarMuchas gracias por este post. Gracias a él tengo una cosa nueva en mi vida ^_^
Lorea, tea forever! Por cierto, hablando de Coca Cola, el momento "sé feliz" de su última campaña publicitaria sí que me toca la fibra, la verdad. Claro está que el momento té supera toda efervescencia si uno lo que busca es evadirse del entorno y sumergirse en uno mismo.
ResponderEliminarGracias a tí por pasarte!
Bueno, mi primer momento coca cola.... no fue lo que esperaba. Imagina como me supo que pensé que no estaba bueno e hice que mi hermano lo bebiera para asegurar. Y aun cuando me decía que estaba bueno, yo estaba convencida de lo contrario. Despues de eso... estuve un año entero sin probarla de nuevo y aun hoy no me sabe igual. Así que, me quedo con el té!!!!
ResponderEliminarAins.. qué trauma! Yo creo que mis papilas gustativas han mutado por el marrón elemento y ahora es como si nada. Me pasaba lo mismo que dices también con el vino, la cerveza, el güisky... y ahora ya ves.
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