lunes, 7 de enero de 2008

Pudo suceder en la Puebla de Guzmán (II)

Cochino entre encinas

Con el sol escandilándoles (de encandilar:) de frente, van dejando atrás fachadas blancas, pasan cuadras, cercas y cotos hasta coger el carril que les lleva al cabezo elegido. A medida que se adentran en el monte, notan cómo los olores camperos a jara y romero acaban imponiéndose a la mezcla de aromas que poco antes habían estado respirando en la Puebla: el humo de leña de encina quemada, el tufo a caballo, el aire caliente del pan y las roscas que salía de la panadería y el aroma de anis seco que endulzaba el ambiente, han sido barridos por una brisa que les renueva la afición al campo.

Cuadras Cuarteles

Puebla desde Divisa

Pronto se encuentran ambos montando el ramillete, untando varetas con liria y dejando a sus mejores pajarillos enjaulados bajo la trampa, confiando en que con sus cantos hagan bajar a aquellos que revolotean libremente de encina en encina.
Manuel Peña y Antonio se ocultan a media falda, en la umbría, utilizando jaras y tojos secos que hacen de puesto improvisado y se sientan sobre piedras y lajas de pizarra a la espera de que caiga el primero. Transcurren pocos minutos para que, ante el escaso paso de verderones y jilgueros, los chavales comiencen a aburrirse. Antonio observa cómo un gañafote ( - saltamontes - lusismo, del portugués gafanhoto) trepa un junco para luego salir disparado con un ruidoso vuelo por encima de su cabeza. Manuel Peña ha descubierto un alacrán debajo de una piedra y se lo muestra a su compañero de batallas, para luego lanzarlo a un jaral utilizando como catapulta una vara de adelfa. Antonio se ríe y recuerda la última vez que salió a la sierra en busca de turmas (ver criadilla de tierra) y gurumelos. En aquella ocasión, en vez de desenterrar esos manjares que tan bien prepara su madre, se topó con una bicha (3) que le hizo darse un buen vejigazo del susto que se llevó. Incluso mucho tiempo después le siguió dando jindama la historia en forma de pesadillas. En ese preciso momento le da un repeluco que le hace levantarse del asiento.
"¿Qué haces?", pregunta Manuel Peña.
"Echando un ojo al dique, a ver si desde aquí se ve algún galápago..."
"¡Vas a espantar 'to' los pájaros, hijo!"
"¿Qué pájaros? Si 'na' más que hay catolovías (de cotovías)."
"Ojú, ¡qué aburrimiento...!"
"¡Cuéntate algún chascarrillo, coño!"
"¿Yo? Cuéntalo tú que eres más alcahueto (3) que la mar."
"Pues el otro día estuve haciendo la rabona (ver hacer la rabona) y me enteré de que Luis se habla (11) con la Mari Peña."
"¿Y eso quién te lo ha dicho?"
"Nadie, que lo he visto yo. Los guipé a los dos sentaditos en el brocal del pozo haciéndose carantoñas."
"Anda ya... estarían de cháchara."
"¿De cháchara? Si dice la prima que le ha 'regalao' unos zarcillos y 'to'! Cuando se encuentran los dos en la camioneta (2) los miércoles camino de Huelva, se presenta ella 'toa emperifollá'."
"¡Si te parece va a ir a Huelva en chandal!"
"'Joé', sí que te pones tú pijotero con la niña. Ni que te siguiera gustando la chavalita...¡con el papo (5) que tiene encima, la pobre!"
"¡No digas más patochadas, hijo!"

Jara en Flor

A pesar del esfuerzo que hace Manuel por reprimirse, no evita que se le escape una lagrimilla e intenta esconderla, cuando Antonio ya se ha dado cuenta del fregado en el que se ha metido. Manuel carraspea un par de veces y traga saliva para recomponerse.
"Tengo un trancazo (2)...", se disculpa Manuel.
"Hay mucho andancio este año.", ayuda a disimular Antonio.
Seguidamente Manuel Peña deja caer los brazos, luego el cuerpo para sentarse con desgana sobre la piedra y hunde su cabeza entre las manos, suspirando:
"No he vuelto a pasar una Romería de la Peña como la que compartí con ella, tío."

Procesión Peña

Antonio se encoge de hombros.
"Todavía me acuerdo de esa romería como si hubiese sido ayer: la subida a la ermita que hicimos juntos con la caballería, montados sobre el caballo careto que me regaló mi padre, cómo seguimos la procesión de la Virgen cogidos de la mano, oyendo las tonás (de tonadas) de la Peña, marcando el ritmo del tamboril y la flauta los pasos de los danzadores y sus espadas.

Caballería subiendo a la Peña

Danzadores y tamboril

Ella con un vestido verde y el pelo recogido, guapísima, no dejó de sonreirme desde el Viernes de los Callos. Juntos probamos la caldereta (2) y el vino en la "comida de los pobres" de la Casa de Fondos.

Casa de Fondos

Preparando la Caldereta

Callejón para subir al Peñón

Juntos subimos al Peñón, bailamos por sevillanas, felicitamos a los nuevos mayordomos, juntos oímos fandangos desde las cadenas de la Calle Serpa...".

Calle Serpa en Peña

Jinetes por Peña

Antonio interrumpe al amigo dándole un cosqui a traición y echando a correr acto seguido: "Anda, déjate ya de recuerdos y levanta el jopo...¡que ha caído un jilguero!"
"¡Te voy a dar un estacazo (2) que te vas a enterar!", grita Manuel tras él.

Un par de carreras y risotadas más tarde, con el morcón intacto en la talega y debido a que ambos barruntan una tormenta que se acerca por el sur, deciden emprender su camino de regreso al pueblo.

Campo

11 comentarios:

  1. pues debe de ser por que es el segundo capítulo, pero ahora la hostoria me ha llegado, me he quedado un poco con ganas de más.. supongo que es lo que tienen estas historias, que cual telenovela, engancha.... si es que no puede uno negar que el pasado está ahí.... una cosa es decir que no importa nada, y otra cosa es que sea cierto, que joías las lagrimillas puñeteras esas que se contagian.... cuando uno llora así, llora en silencio, y creo que son las peores.. por que no se consigue echar pa fuera telarañas... pero bueno.. muchos ánimos pal Manuel Peña.. a ver si en los sucesivos capítulos se arregla con la Mari Peña.. jeje... un biquiño y que no te sorprenda que salga por aquí una choupa en defensa del chandal!!!!...

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  2. Jajajaa.. me alegra saber que te está enganchando la historia del gañafote y la turma! Si es que empieza a ponerse tierna la cosa y se os ablanda el corazón... ayyy, a ver qué depara el próximo capítulo, cuyo contenido no sé ni yo, pero visto lo visto, va a ser hora de meter algo de acción, no sé, un Predator entre olivos, la metamorfosis alienígena de caballos en langostinos, las abuelas Kung-Fu, ya veremos... y el chandal volverá a recuperar su protagonismo.

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  3. y a mi que me da que esta historia es bastante autobiográfica? A saber quien fue la Mari Peña que te robó el corazón!!! Tunante!

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  4. Pues va a ser que no... cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Ni Mari ni tunante, sigh.

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  5. Me encanta leer estas palabras coloquiales del andaluz. Me lleva a las temporaditas que paso en el pueblo de mis padres, en Granada.

    Donde yo vivo no se estila.... Más bien recuperamos el catalán antiguo... Es lo que tienen vivir en el corazón de la Catalunya más profunda.... (Ojo, que también tiene sus cosas buenas, pero,...., no es lo mismo....)

    Gracias por recordarme las palabras de mis mejores momentos en Andalucía

    Abrazos

    Emma

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  6. Hola Emma, me alegra haber ayudado a rescatar esos recuerdos. Aunque intente centrarme más en la jerga que se oye por mis lares, sospecho que mucha de la palabrería coincidirá con la que se pueda oír por Graná. Por cierto, qué bonita tierra! Por fin pude conocerla durante la pasada Semana Santa.
    Y también muy mono tu blog, que ya lo había visitado antes. Suerte con esos nuevos propósitos que emprendes!

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  7. Una preciosa historia con un montón de cosas que aprender. Muchas gracias, maestro!

    P.S.: De sufridor a sufridor, me ha encantado lo del andancio.

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  8. Pierre, viniendo del sabio de la escarola, el comentario me llena de orgullo y satisfacción.
    Pues todavía quedan palabritas muy curiosas. Hay andancio sí, hay.

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  9. Esto se empieza a poner interesante...
    Que fotos más bonitas del pueblo y con que ganitas me iba ahora mismo para allá. Un cafelito en el abuelo Miguel no me vendría mal.
    Espero que no tardes en continuar esta historia que a mi me quita el sueño...¿terminará Manuel Peña con Mari Peña? ¿Qué opinará Antonio? ¿Y el gañafote estará de acuerdo con el desenlace?

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  10. lo que nos faltaba, ya mismo vemos a la antoñita la moya con un traje de noche de seda salmon, sentada en una piedra del peñon presentando corazon peñero, con gañafote y mari peña peleandose por la custodia de los tunantes, y durante el corte de publicidad regalando un pan de jara con forma de corazon, como reporteros en la puebla habria muchos que darian el perfil, empezaremos ya con el proceso de seleccion, un besote tio.

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  11. Erkiwi, ¿quedamos en la Cebadilla y nos tomamos ese café? Sí se echa de menos, sí...
    Tito moro, lo tuyo es de libro. Si se rueda la adaptación de la historia al cine cuento contigo para los efectos especiales.

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