viernes, 31 de julio de 2009

El valor de un abrazo

En la escuela enseñan a sumar, restar, dibujar, hacer el pino, historia, geografía y mil cosas más. Lo que no recuerdo es la clase en la que te instruyen para saber mirar a alguien a los ojos, la lección que habla de la escucha, de ponerse en la piel del otro, la enseñanza sobre la importancia de una caricia, de un beso o las prácticas para saber dar un verdadero abrazo.

Abrazo

Porque más de una vez nos hemos encontrado con alguien que te da la mano con tal flacidez que tienes miedo a quedarte con ella colgando. Otras, aprietan tanto, que temes no tener suficiente musculatura para proteger tus preciadas falanges y los metacarpianos. También para esto se clama un poco de tacto y sensibilidad. Al igual que para un abrazo, respetando las distancias... bueno, mejor no las respetamos.

Antes, pensaba que sólo consistía en estrechar a alguien entre los brazos, con una leve presión, quizás alguna palmadita en la espalda y una rápida separación. Alguien sabio me enseñó que siguiendo un rígido protocolo nos perdemos la mitad. Aprendí que no hay tiempo ni medida para darlo, que hay que dejarse llevar, no incomodarse por la cercanía y respirar, sin contención. Sentirlo, porque sólo así fluye algo mágico entre los dos, sólo así lo estás dando, sólo así lo recibirás. El valor de un abrazo es tener el valor de darlo de verdad.

Este post va dedicado a Silvia, ducha en las artes del sentir y transmitir.

9 comentarios:

  1. Si pudieran enseñarlo en la escuela dejaría de ser algo tan especial, todo lo que venga con instrucciones pierde identidad, y por tanto.. magia. Es una de esas cosas que cada uno tiene que ir aprendiendo por sí mismo, cogiendo un poquito de aquí y de allá, y sabiendo condensarlo de forma adecuada en cada momento.

    Muy bonito el post. Un abrazo grande :)

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  2. vaya comentario, hace honor al post.
    Sigue abrazando, déjate abrazar, pide un abrazo cuando lo necesites y regala ló cuando alguien no se atreva a pedirlo. cierra los ojos, acomoda la cabeza y deja que las respiraciones cojan el compás.

    Me ha encantado

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  3. Gracias Vanessa. Otro abrazo grande, de los de verdad, para ti.
    Anónimo, veo que sabes bien de lo que hablo. Encantado de verte pr aquí!

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  4. Añadir algo es difícil. Cuánta razón en todo lo que dices, lo mucho que dice en cantidad de ocasiones un gesto por pequeño que sea, sobre cuando es de verdad

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  5. Totalmente de acuerdo, los abrazos bien dados son importantísimos... yo soy mucho de abrazar, pero bien, a quien se lo merece

    Besicos

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  6. Eso es, Madame Tafetán, por muy pequeños que sean, los gestos de este tipo deberían abundar más.
    Belén, a repartir merecidos regalos! Porque los de verdad son pequeños presentes que no se compran con dinero.

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  7. jo*** Japogo. Eso no me lo esperaba a estas horas de la mañana. La proxima vez que te vayas a poner tan serio avisa. Que yo vivo en Londres. Que aquí por poner la mano sobre el hombro de alguien para dar calidez te miran como a un bicho raro o directamente te acusan de harrassment!

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  8. Sirventés, disculpa. La próxima vez te envío un correo advirtiendo sobre los efectos secundarios del post. ;)
    Eso sí: con el frío que suele hacer allá, ¿cómo es que no aprovechan mejor el calor humano?
    Un abrazo!! Y un hug de paso!

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  9. Con un poco de retraso he leido tu post (es lo que tiene irse de vacaciones, jejeje), y estoy totalmente con lo que dice Vanessa.

    Un buen abrazo tiene que ser totalmente improvisado, segun te pida el cuerpo en ese momento (eso si, cuidadin con aprovechar el roce)... Pero sobre todo se le tienen que poner grandes dosis de sentimiento, cariño....

    El unico inconveniente de un buen abrazo es que con los calores que nos esta ofreciendo este verano corres el riego de quedarte pegado al otro, jajajaja

    Un besazo, guapo!!!!

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